Los siguientes, son criterios que deben tener en cuenta los terapéutas junto con el paciente, a la hora de la adaptación:
-No se debe adecuar el paciente a la máquina sino la máquina al paciente. Es relativo a los recursos con los que se cuenten y al tipo de paciente que se presente.
-No se debe adecuar el paciente a la máquina sino la máquina al paciente. Es relativo a los recursos con los que se cuenten y al tipo de paciente que se presente.
-No generar una dependencia permanente del usuario a alguna adaptación en particular, para cumplir con la finalidad de lograr la autonomía e independencia del paciente.
-Preservar las capacidades conservadas del paciente y valorar la posibilidad de aumentarlas o, al menos, no simplificarlas, para favorecer y proteger los procesos de autovalimiento, autoestima y tolerancia a la frustración:
-Cognitivo: Se tendrá en cuenta el lenguaje (grado de comprensión, capacidad expresiva, modos de lectura y escritura, memoria, atención, cálculo).
-Motricidad y sensorio: Cualquier resto de movilidad, siempre que sea controlable voluntariamente, es factible de ser reconocido y amplificado por el dispositivo de adaptación adecuado. Será preferible siempre aprovechar ese resto motor. También una persona de baja visión, puede seguir operando una PC con las modificaciones necesarias para magnificar los caracteres, aumentar el contraste de la pantalla, e incluso, agregar un lector de pantalla, con voz electrónica, antes de optar por un dispositivo Braille. Se debe tener en cuenta la funcionalidad de estos remanentes en la elección o el diseño de la adaptación a utilizar, para no provocar trastornos posturales, contracturas y desviaciones asociadas
-No descuidar el control de la postura erguida. El uso de equipamiento adecuado actúa como inhibidor del tono anormal, movimientos reflejos y estereotipados con la consecuencia de posibilitar una guía hacia el aprendizaje de esquemas sensorio-motrices adecuados. Además prevendrá la adquisición de deformaciones producto de una movilidad incorrecta.
-Considerar el entrenamiento del usuario en el manejo de las adaptaciones. Se necesita una ejecución precisa y eficaz, para ello es necesario que la persona tome contacto, y manipule con anterioridad el dispositivo; de esta manera tendría mayores posibilidades de obtener un óptimo resultado.
-Reevaluar constantemente el caso, y de ser posible reemplazar o aplazar las interfaces. Lo primordial es la rehabilitación y la mejor calidad de vida del paciente; por ello, cuanto menos dependa una persona de estas adaptaciones, más cerca se estará del objetivo.
-Transparencia, invisibilidad, economía: Diseñar adaptaciones sencillas. Se evitará construir interfaces o programas complicados, buscando por lo contrario, ayudas “silenciosas” o “transparentes”.
-El confort del paciente. Se puede señalar la opción que parezca más acorde a sus necesidades y sus objetivos, a sus capacidades y su estado, pero es el paciente quien decide con qué dispositivo se siente más cómodo.